El dolor de cuello es una señal de advertencia. Tal vez sea simplemente un esfuerzo excesivo y deberías simplemente relajarte y descansar. Pero, ¿qué pasa si el dolor se acompaña de osteocondrosis de la columna cervical? Es importante prestar mucha atención a los síntomas y al tratamiento porque las complicaciones pueden afectar al órgano más importante: el cerebro.
¿Qué es la osteocondrosis cervical?
La osteocondrosis de la columna cervical es una enfermedad degenerativa del sistema osteocondral del cuerpo. Conduce a la destrucción de los discos intervertebrales cervicales, al crecimiento del tejido óseo de las vértebras y a la formación de crecimientos en sus superficies.

Osteocondrosis de la columna cervical.
La columna cervical consta de siete vértebras, la primera de las cuales se articula con el cráneo. La unidad anatómica y funcional de la columna es el segmento de movimiento de la columna. Este es un complejo de articulaciones a través de las cuales se mueve la columna. El complejo consta de dos vértebras, un disco intervertebral, las superficies articulares de las vértebras (facetas), nervios, ligamentos y músculos.
La osteocondrosis comienza con daño al disco intervertebral y afecta a todos los tejidos circundantes. Con el tiempo, el proceso conduce a una alteración de la biomecánica de toda la columna. Con el desarrollo de la osteocondrosis, pueden producirse hernias de disco y compresión de raíces nerviosas y vasos sanguíneos.
Los procesos patológicos en el disco intervertebral pasan por cuatro etapas: desnutrición, debilitamiento de los ligamentos, daño del disco intervertebral y compresión de los nervios.
Etapa 1. Se alteran las condiciones nutricionales y metabólicas del disco intervertebral. Debido a su estructura, los discos sólo reciben energía durante el movimiento. Si no está presente, se producen cambios degenerativos en el tejido: el disco intervertebral muere de hambre y se deshidrata. La pérdida de agua hace que el disco intervertebral no pueda realizar funciones de absorción de impactos. La carga sobre el anillo fibroso aumenta, aparecen grietas y grietas. En este momento puede producirse un dolor leve.
Etapa 2. En la segunda etapa, hay un debilitamiento de los ligamentos en el segmento de movimiento de la columna. La conexión se vuelve patológicamente móvil. El proceso patológico en el disco intervertebral empeora, comienza un prolapso: protrusión del núcleo pulposo a través de grietas en el anillo fibroso. El dolor se vuelve periódico.
Etapa 3. A continuación, el disco intervertebral queda dañado permanentemente. El núcleo pulposo del disco intervertebral se extiende más allá del anillo fibroso. La hernia resultante puede afectar las raíces nerviosas. Se desarrolla un proceso inflamatorio. Esto se manifiesta en una exacerbación del dolor, el llamado síndrome radicular.
Etapa 4. En la cuarta etapa, la lesión afecta el tejido circundante. Es posible la compresión de la arteria radicular, lo que provoca un suministro de sangre insuficiente a la médula espinal. Esto puede provocar la inmovilización completa de parte de la columna.
Etapas de la osteocondrosis cervical.Primeros signos y síntomas principales.
Al comienzo del desarrollo de la osteocondrosis de la columna cervical, aparecen molestias, limitación de movimientos y dolor en la zona del cuello. A esto muchas veces no se le da ninguna importancia.
Con el tiempo, el dolor aumenta, hay dolor, ardor, dolores de cabeza, dolor de cuello, omóplatos, dolor de hombros; tal vez se desarrolle el síndrome de la arteria vertebral. La arteria se pellizca o sufre espasmos y se interrumpe el flujo sanguíneo.
En las etapas 1-2 de la osteocondrosis cervical, a menudo ocurren problemas oftalmológicos acompañados de espasmos vasculares. Oscurecimiento de los ojos, parpadeo, aparición de "nadadores", manchas de colores delante de los ojos: todos estos son síntomas de osteocondrosis.
Los síntomas más comunes de la osteocondrosis cervical:
- Migrañas, mareos, náuseas y tos.
- Discapacidad auditiva, dolor en el oído, cara.
- Trastornos motores en brazos y piernas. La sensibilidad de la piel del cuero cabelludo puede desaparecer.
- Dolor en la mano. Cuando se pellizca una raíz nerviosa, toda el área a la que envía impulsos puede doler o "caerse".
Además de los síntomas anteriores, se pueden identificar tres síndromes de dolor principales que acompañan a la osteocondrosis de la columna cervical. Un síndrome es todo un complejo de síntomas. La determinación del síndrome de dolor principal es importante porque todo el régimen de tratamiento se basa en la eliminación del dolor. Pero es imposible eliminarlo sin conocer su origen.
síndrome miofascial - Dolor en los músculos esqueléticos y la fascia adyacente. El trastorno se asocia con el uso excesivo, que provoca calambres, hipertonicidad y nudos dolorosos en el músculo (puntos gatillo).
síndrome radicular - Dolor provocado por la compresión prolongada de las raíces nerviosas espinales. El proceso de formación de hernias en la osteocondrosis espinal provoca un pellizco de las fibras nerviosas y una reacción inflamatoria posterior. El dolor se extiende a lo largo del nervio.
síndrome facetario - Dolor en las articulaciones vertebrales. Las vértebras de la segunda vértebra cervical tienen apófisis articulares que están conectadas entre sí mediante articulaciones facetarias. En la osteocondrosis, los discos intervertebrales se destruyen, su altura disminuye y esto conduce al hecho de que las cápsulas articulares de las articulaciones facetarias están bajo tensión constante. Causa dolor. Además, el dolor aumenta hacia el final del día, especialmente con posturas forzadas prolongadas.
Causas de la osteocondrosis en la columna cervical.
Una de las principales causas de la osteocondrosis es la inadaptación evolutiva de la columna a cargas verticales elevadas. Al igual que otros mamíferos, los antepasados humanos caminaban sobre cuatro patas. No padecían osteocondrosis porque en posición horizontal la presión intradiscal es el doble que en posición vertical. Según los estándares de la evolución, la transición a una postura erguida se produjo no hace mucho tiempo y la columna simplemente no tuvo tiempo de adaptarse a la alta carga vertical. Además de caminar erguidos, las personas también desarrollaban enfermedades del sistema musculoesquelético.
La estructura del cuello humano lo hace aún más vulnerable. La zona del cuello humano consta de siete pequeñas vértebras móviles que están articuladas como una pirámide infantil. Fuera del estado de reposo, esta estructura difícilmente puede describirse como estable. Además, la estructura muscular de esta zona es débil y las cargas pueden ser elevadas, todo esto hace que el cuello sea vulnerable. Cada violación tiene consecuencias. Incluso si el daño se produjo en otra parte de la columna, la redistribución de la carga puede ser la causa de la osteocondrosis.
Otro factor es la edad. A los 21 años se completa el desarrollo del tejido esquelético y cartilaginoso, tras lo cual comienza el proceso irreversible de envejecimiento (degeneración). La nutrición del tejido cartilaginoso se produce exclusivamente por difusión, y si el disco intervertebral no recibe suficientes nutrientes, comienza a descomponerse gradualmente.
Además, el desarrollo de la osteocondrosis cervical se ve facilitado por:
- Enfermedades autoinmunes. Implican a las propias células del cuerpo en el proceso patológico de destrucción del tejido cartilaginoso.
- Infecciones, desequilibrio hormonal, metabolismo lento: todos estos trastornos circulatorios también pueden actuar como factores en el desarrollo de la osteocondrosis.
- Estilo de vida sedentario, condiciones laborales en las que una persona pasa la mayor parte de su tiempo en una posición estática forzada.
- Las cargas elevadas que provocan lesiones pueden provocar compresión.
- Defectos genéticos asociados con debilidad del sistema musculoesquelético y del tejido del cartílago inferior.
El canal espinal en la columna cervical es muy estrecho, por lo que altos niveles de estrés, alteración o lesión pueden provocar la compresión de la médula espinal. Y eso es muy peligroso.
Además, por esta zona discurren numerosas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos. Si ya no fluye suficiente sangre al cerebro, puede ocurrir un derrame cerebral.
Diagnóstico
Al diagnosticar inicialmente la osteocondrosis cervical, el médico examina el historial médico del paciente. Averigua qué duele y cómo, con qué intensidad, durante el estrés o en reposo, a qué hora del día duele más y si hay lesiones en la columna cervical.
Al examinar el cuello, el médico palpa las vértebras y los músculos cervicales, así como los ganglios linfáticos; evalúa el rango de movimiento, excluye o confirma el síndrome radicular.
Después de eso, se prescriben diagnósticos de laboratorio para descartar enfermedades autoinmunes: hemograma general, VSG, factor reumatoide, antígeno HLA B27.
La radiografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética desempeñan el papel principal en el diagnóstico.
Radiografía ayuda a evaluar el estado de las estructuras óseas; Los tejidos blandos y el cartílago no se muestran en las imágenes. Para visualizar estas estructuras se inyecta un agente de contraste: angiografía, discografía, mielografía.
Tomografía computarizada (TC). Este método también utiliza el principio de la radiografía, pero con la ayuda del procesamiento informático es posible obtener una serie de imágenes de cortes longitudinales y transversales en las que se puede ver el tejido óseo y cartilaginoso.
Imágenes por resonancia magnética (MRI). Es el “estándar de oro” en el diagnóstico de patologías, incluidos cartílagos y tejidos blandos. La resonancia magnética no sólo proporciona información sobre la estructura de órganos y tejidos, sino también sobre su función. Con la osteocondrosis, una complicación común es una fractura de columna. La resonancia magnética le permite diagnosticar el proceso de formación de hernias en las primeras etapas.
Tratamiento
El tratamiento de la osteocondrosis de la columna cervical se basa en métodos conservadores. Primero, se alivia el síndrome de dolor y luego se prescriben varios procedimientos. Pero en los casos más extremos, cuando el dolor no desaparece durante más de tres meses y la medicación no ayuda, la cirugía es la única opción.Métodos de tratamiento no quirúrgicos.
La osteocondrosis afecta al sistema de osteocondrosis desde hace muchos años, por lo que el tratamiento llevará tiempo. Tienes que tener paciencia. Objetivos del tratamiento conservador:- Eliminar el dolor.
- Aliviar la inflamación.
- Restaurar las funciones de las raíces espinales.
- Fortalecer el corsé muscular y los ligamentos.
El tratamiento conservador incluye farmacoterapia y fisioterapia. Los medicamentos ayudan a aliviar el dolor durante una exacerbación y la fisioterapia ayuda a iniciar los procesos de autocuración del cuerpo.
Si el dolor en el síndrome radicular es intenso, se realizan los llamados "bloqueos": el medicamento se administra en las inmediaciones de la raíz nerviosa espinal inflamada.
El tratamiento fisioterapéutico se basa en factores físicos naturales y recreados artificialmente: frío, calor, corriente eléctrica, radiación magnética, láser y otros. Para recrearlos se utilizan dispositivos, dispositivos y técnicas manuales especiales.
Terapia con láser — activación biológica de los procesos de regeneración de los discos intervertebrales. El cuerpo comienza a curarse a sí mismo.
Terapia con plasma (terapia PRP) - Inyecciones de plasma aislado de la sangre del paciente. El plasma es rico en plaquetas, factores de crecimiento y hormonas. Después de las inyecciones, aumenta la inmunidad local y se inician procesos de regeneración.
acupuntura - Estimulación de terminaciones nerviosas con agujas especiales. Mejora el metabolismo en las zonas afectadas y alivia el dolor.
Terapia de ondas de choque - Exposición a ondas de radiofrecuencia. Le permite iniciar procesos de recuperación natural.
Kinesiterapia - Terapia de ejercicio. Puede ser activo (fisioterapia) y pasivo (masajes, tracción). La terapia con ejercicios fortalece los músculos de la espalda, la tracción alivia la tensión y el dolor. Seleccionado teniendo en cuenta las características individuales del paciente.
Terapia manual y masaje. - Impacto en tejidos blandos y articulaciones para restablecer el equilibrio en el cuerpo y sincronizar procesos. Restaurar la movilidad y eliminar el dolor.
cinta - pegar parches especiales en la piel en lugares donde es necesario influir en los receptores de estiramiento y compresión de los músculos. Puede tanto relajar como mejorar el tono.
En caso de dolor agudo, se recomienda al paciente que use vendajes y collares especiales alrededor del cuello para aliviar la presión sobre la columna.
El efecto positivo del tratamiento conservador se produce en 2-3 meses. Si no hay resultado, se recomienda al paciente la cirugía.
Métodos quirúrgicos para el tratamiento de la osteocondrosis.
La cirugía para la osteocondrosis cervical es una medida extrema que requiere indicaciones especiales. Se recomienda la cirugía si:- El dolor no puede aliviarse con tratamiento terapéutico durante más de 3 meses.
- Hay una hernia de disco.
- Pérdida de sensación en las extremidades.
La rehabilitación posoperatoria también lleva tiempo y puede incluir tratamiento terapéutico.
La osteocondrosis cervical es una enfermedad degenerativa compleja. No se puede dejar sin tratar. Estos trastornos graves del sistema musculoesquelético pueden provocar discapacidad. El dolor de cuello puede volverse crónico y la osteocondrosis puede extenderse a varias partes de la columna. La prevención oportuna puede prevenir el desarrollo de esta enfermedad.
Prevención
La actividad física diaria es necesaria para mantener sana la columna cervical. La nutrición de los discos intervertebrales se produce durante el movimiento y, por tanto, es extremadamente necesaria. Es importante que las cargas sean óptimas y regulares.
Si en el trabajo se adopta constantemente una posición estática, es necesario un calentamiento regular. Y en casa, después de un día de trabajo, puedes tumbarte un rato boca arriba sobre una superficie plana y ponerte una almohada debajo del cuello. Este método ayuda a restaurar la curvatura cervical de la columna y a aliviar la tensión muscular.
Para prevenir la osteocondrosis cervical, es importante una postura correcta al dormir. Si una persona se levanta por la mañana con dolor de cuello, significa que los músculos no han tenido tiempo de descansar y recuperarse. En este caso, una almohada ortopédica seleccionada individualmente para 3 a 5 años puede ayudar.






























